Pasó la séptima del Apertura con dos protagonistas excluyentes, el delantero de Newell`s Diego Torres y el enganche de Central Ezequiel González. Claro está que ambos por motivos muy diferentes, uno por ser la figura de su equipo frente a Independiente y otro por la infantil reacción ante su técnico al ser reemplazado en la derrota de los canallas en Liniers.
Torres está recuperando el tiempo perdido por la lesión que lo mantuvo alejado de las canchas por espacio de un año y juega cada partido como si fuera el último, esto a la Lepra le significó dos triunfos consecutivos como local y lo mejor de todo que, el "Inquieto" como él mismo se definió en FUTBOL TOTAL( Lunes de 23 a 24 por la 89.1), no tiene techo y promete dar muchas más alegrías a los hinchas de Newell`s.
Por el lado de los canallas, el conjunto de Vitamina volvió a caer de visitante, la tercera en forma consecutiva en esa condición, pero lo peor de todo fueron los insultos que le propinó el Equi al entrenador cuando este decidió cambiarlo por Mario Paglialunga.
Para el momento que está atravesando Central es muy negativo que uno de los máximos referentes tenga esa reacción injustificada y maleducada que no hace otra cosa que restarle autoridad a un técnico de por si cuestionado desde adentro y por parte del periodismo.
Los auriazulesl no está haciendo una buena campaña, está a la vista, pero la persona de Vitamina Sánchez no se merece ni los afiches, ni las amenazas ni mucho menos que sus propios jugadores tengan "caprichitos" y lo insulten delante de todo el mundo por un cambio.
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